Ensayo: Jaime Andres Sanhueza Sanhueza.

Universidad de Concepción                                                                                                        
Facultad de Educación                                                                                                           
Depto. de Ciencias de la Educación


27 de Abril de 2015
Nombre Alumno: Jaime Sanhueza Sanhueza
Profesor Dr. Daniel Neira



LA PEDAGOGÍA EN MI VIDA 



Mi propósito al realizar este artículo está influenciado por dos grandes contextos en los que me desarrollé en mi educación previa a la Universidad. En primer lugar, las motivaciones propias que yo tengo para querer ser profesor y en segundo lugar me gustaría considerar bajo mi punto de vista las falencias que observé en mis profesores durante mi vida estudiantil; las cuales intentaré mejorar cuando comience a ejercer mi profesión.

A grandes rasgos, estos dos hechos antes mencionados me hicieron decidir definitivamente el querer dedicarme a la docencia; lo cual responde a mi interrogante: ¿Por qué quiero ser profesor y cómo deseo serlo?

Desde que entré a la enseñanza media, surgió en mí un mayor interés por el área de las matemáticas, el que paulatinamente fue aumentando con el pasar del tiempo. Este interés se vio reafirmado por el hecho de que siempre tuve compañeros que presentaban dificultades con los ramos matemáticos, frente a lo cual siempre tuve la disposición de ayudarlos. Una vez que ingresé a la Universidad, este hecho ya se transformó en algo frecuente en mi diario vivir y me sentía muy a gusto cuando mis compañeros acudían a mí para ayudarlos “en la medida posible” en el área antes mencionada. Por otro lado; y a lo largo de mi vida estudiantil; hubieron profesores que yo consideraba que poseían bastante conocimiento en el área en el que se desempeñaban, pero que como pedagogos eran deficientes al momento de enseñar ese conocimiento. También tuve profesores que a mi parecer se fueron “desencantando” con su profesión; y me daba cuenta de ello porque por ejemplo; no enseñaban con entusiasmo o perdían el tiempo en otras actividades, desviando así el objetivo principal de su clase. Y por último algunos profesores que como personas sí tenían la disposición de enseñar pero no tenían los conocimientos suficientes para desempeñarse bien.

En relación a lo antes mencionado, a pesar de mi gran gusto por enseñar matemáticas, no consideré este hecho al momento de elegir la profesión en la que me desarrollaría más adelante y decidí ingresar a otra carrera sólo por intuición, sin meditarlo detenidamente. Por otro lado, puedo decir que los hechos que “involucran” a mis profesores no quiero que a futuro se repitan en mi desarrollo laboral, porque no considero que ayuden a un buen proceso pedagógico dentro del aula.

En la Teoría de “Paideia” de Werner Jäeger, Parágrafo 4: “Y puesto que el desarrollo social depende de la conciencia de los valores que rigen la vida humana, la evolución de la educación se haya esencialmente condicionada por el cambio de los valores válidos para cada sociedad. A la estabilidad de las normas válidas corresponde la solidez de los fundamentos de la Educación” , de esta cita mencionada podemos apreciar la importancia de que la educación sufra cambios (evolucione) con los enriquecimientos de los aportes de cada época y sabiendo que existe una estrecha relación entre Educación, Valores Sociales y Estabilidad de la Cultura; si no ocurre lo mencionado anteriormente, estos tres elementos se verían afectados negativamente, provocando un proceso de decadencia paulatina.

El filósofo Ralph W. Emerson nos dice que “Un profesor trabaja para la eternidad: nadie puede predecir dónde acabará su influencia”, para mi queda claro en esta frase que un verdadero profesor debiese ejercer su profesión con amor  y dedicación, ya que de él “dependen” las futuras generaciones que se van formando.
Emilio Durkheim sostiene que “la función colectiva de la educación es adaptar el niño al medio social, convertirlo en un individuo útil dentro de la sociedad”de lo cual podemos “concluir” que la educación no se centra en desarrollar las habilidades y potencialidades de cada individuo, sino que desarrolla aquellas capacidades y habilidades que le “conviene” a la sociedad de acuerdo al contexto en el que se esté desarrollando. Sin embargo, no estoy de acuerdo en que la educación se centre en ese propósito, ya que cada individuo posee diferentes intereses y capacidades; y que no necesariamente concuerdan con las necesidades de la sociedad; pero aún así se le debe ayudar a desarrollar.

En nuestra sociedad contemporánea, se da por hecho que si una persona obtiene su título profesional (en este caso profesor) entonces posee las capacidades para ejercer dicha profesión de una manera óptima; sin embargo; en la práctica no siempre es así, y esto se debe a que muchos de los estudiantes (en este caso de pedagogía) aprueban sus ramos sin aprender realmente los contenidos que se imparten. Además podemos cuestionar también las “diferencias” con que las universidades forman profesionales.

Si consideramos seriamente todo lo planteado anteriormente, entonces obtendríamos consecuencias como: profesores que realmente estén capacitados para ejercer su profesión de manera óptima y que tengan la capacidad de adaptarse a los cambios que puedan surgir en la sociedad en la que se están desarrollando. También podemos mencionar que la educación necesariamente debe “evolucionar” ya que un sistema educacional nunca será del todo “eficiente”. En caso contrario podríamos encontrarnos frente a un escenario en donde docentes operen de manera deficiente en las aulas, guiando de manera ambigua la educación de los alumnos. En cuanto a la evolución de la educación si esta se estancara, no sé tendrían las herramientas para afrontar problemáticas que se presenten en ciertos contextos y por último el hecho de no estar actualizados en conocimientos relevantes crea barreras con otras culturas que si han desarrollado su educación de manera de crear avances en la sociedad.

Un verdadero docente es aquel que ejerce su profesión con la máxima disposición y dejando los problemas personales fuera del aula, el que nunca se conforma  y siempre busca superarse así mismo, ya que es consciente de la importancia del rol que cumple en la sociedad y con el que está completamente comprometido, aquel que realmente con paciencia, entusiasmo y entrega, no solamente enseña contenidos sobre conocimientos generales, sino que también entrega a sus alumnos valores morales y éticos basados en su experiencia de vida, lo cual a su criterio considera necesario para la formación de ellos.Un buen maestro tiene sus objetivos claros, es organizado, motiva a sus estudiantes enseñándoles diferentes perspectivas de su área y espera que todos puedan y logren ser exitosos. Dichas características son en definitiva las que me gustaría ir desarrollando con el tiempo y también ayudándome de la experiencia  poder crear nuevas formas pedagógicas que mejoren aún más el proceso educativo.  

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